"¿Quieres jugar a algo con nosotros?" Myke puede ver las ruedas girando en la cabeza del universitario. Es como si pensara: "¿Juegos? ¿Tener que salir de mi dormitorio? ¿Socializar con gente?"

El estudiante hace una pausa. "No, gracias", responde, y vuelve a su habitación para jugar solo a los videojuegos.

Myke pensó que respondería así. Lo intentará en otra ocasión.

De la ingeniería al ministerio

Myke creció en una familia cristiana de Carolina del Norte. Cuando tenía quince años, su pastor le retó a entablar una relación personal con Jesucristo. Debido a su amor por las matemáticas y la ciencia, fue a la universidad para ser ingeniero eléctrico. En sus últimos años de universidad, se convirtió en misionero bautista del sur en Kenia y se dedicó a la pastoral juvenil.

Después de graduarse, se mudó a Oregón y se involucró más en el ministerio juvenil y universitario en una gran iglesia. Finalmente consiguió un trabajo de ingeniero en Portland, pero se dio cuenta de que no le gustaba. Lo que sí disfrutaba era el trabajo ministerial. Comenzó a asistir a la iglesia bautista conservadora de sus amigos. Después de oír predicar al presidente del Seminario de Denver, solicitó ser Embajador del Campus y participó en el programa de verano del Seminario de Denver.

Myke lleva cuarenta y cuatro años trabajando en el ministerio y es embajador del campus politécnico de la Universidad Estatal de Arizona desde 1999. Fue atraído allí porque en ese momento nadie estaba ministrando allí. En aquel momento, el campus se consideraba muerto, así que cualquier cosa que le diera vida resultaba atractiva para sus directores. Aunque a Myke le encanta, es el campus más difícil en el que ha trabajado.

La cultura de Polytech

"La gente va a ASU si quiere ir a la universidad, pero va al politécnico si sabe exactamente lo que quiere hacer", explica Myke. El campus politécnico tiene un ambiente y una cultura muy diferentes a los de los demás campus de la ASU. Como su nombre indica, las titulaciones que se ofrecen en este campus están orientadas a la tecnología. Muchos alumnos estudian ingeniería o aviación. Suelen ser serios e introvertidos, por lo que no encontrarás grandes fiestas ni vida nocturna.

Aunque pueda parecer alentador oír hablar de estudiantes que se toman en serio sus estudios y no van a la universidad de fiesta, muchos de los alumnos del campus politécnico están tan centrados en sus estudios que no ven la necesidad de tener una comunidad. A menudo prefieren estar solos, y esto dificulta la evangelización. "Sólo más tarde me di cuenta de que estoy intentando crear comunidad para gente que no está interesada", explica Myke.

Pero, según él, una vez que esos estudiantes prueban el sabor de la comunidad, ya no hay vuelta atrás. Se dan cuenta de que están hechos para las relaciones.

Apoyo a los líderes estudiantiles

Como Embajador del Campus, Myke ayuda a los estudiantes a descubrir quién es Jesús y a entender la Biblia. Su pasión es ver como las vidas de los estudiantes cambian a través del poder de Jesús. Se reúne con ellos uno a uno y tiene grupos pequeños durante la semana. Las reuniones de grupos grandes, con un orador y adoración, ocurren los miércoles.

Dicho esto, cada semana es diferente para Myke. Organiza retiros de liderazgo, noches de divulgación y fiestas de barbacoa y natación, ayuda con la mudanza de los estudiantes de primer año y también hace viajes misioneros a México con sus estudiantes, trabajando con niños o presos. No lo hace solo. Se centra en formar a los líderes estudiantiles para que puedan dirigirlo todo y él pueda apoyarles.

Muchos de los estudiantes del campus crecieron en hogares cristianos, pero no son creyentes. Algunos se consideran espirituales, pero no religiosos. Debido a la cercanía del seminario mormón, hay una importante población SUD. Los estudiantes internacionales suelen representar alrededor del 10% del campus politécnico. Myke ha conseguido que estudiantes indios y liberianos participen en su ministerio.

Evangelizar a la ASU

En la actualidad, Myke trabaja con un estudiante cristiano que es presidente del club. Le anima ver a este estudiante abrazar el liderazgo y recibir un marco para utilizar sus dones y talentos. Le encantaría que algún día formara parte del personal.

Myke también es el director regional de los Embajadores del Campus de Sonora, México, y supervisa otros ministerios en Arizona como el alcance al pueblo Navajo y a los enfermos de SIDA. Se dedica a la justicia, la compasión, la evangelización, la enseñanza de la Biblia, las misiones y el liderazgo. Le encanta que Missions Door se centre en todas esas cosas.

Le gustaría orar por su ministerio, su nuevo estudio bíblico en el campus de Tempe, y para que Dios aumente su celo por la evangelización y alcanzar a los perdidos todos los días. Si quieres apoyar a Myke, puedes hacerlo en su página aquí.