El sol abrasador del desierto entraba por las ventanas, proyectando largas sombras sobre la sala de conferencias. La sala, fuertemente climatizada, permanecía en silencio, sólo el ruido sordo de los lápices al rascar el papel llenaba el silencio.

Este era el tipo de momento que normalmente consumiría la mente de Arvind con ansiedad. Pero hoy no. Hoy estaba lleno de confianza mientras miraba el examen que tenía delante. Recordó que su nuevo amigo cristiano rezaba por su fortaleza y concentración.

Derribar barreras
Arvind se trasladó a Estados Unidos desde la India para cursar un doctorado en la Universidad Estatal de Arizona. Era hindú, pero le fascinaba conocer otras religiones, lo que le llevó a conocer al misionero de Campus Ambassadors James Flamm.

La mente de Arvind se inundó de innumerables preguntas: ¿Qué es Jesús? ¿Cuáles son las diferencias entre todas estas religiones? ¿Cómo saber cuál es la verdadera? Y enseguida descubrió que James estaba dispuesto a ayudarle a encontrar las respuestas.

A menudo se les unían Hamdan, el compañero musulmán de Arvind, y sus dos amigos agnósticos, y pasaban horas analizando las enseñanzas de Jesús y el mensaje del Evangelio. El hambre de verdad de Arvind y su disposición a hacer preguntas abrieron la puerta a un espacio seguro en el que podían hablar libremente de sus diferencias.

Un grupo de improbables amigos fueron capaces de encontrar puntos en común a través de excursiones regulares por la naturaleza salvaje de Arizona y conversaciones nocturnas sobre pizza.

  

Un insólito recipiente de la verdad
Desde que conoció a Arvind, James no deja de asombrarse de cómo Dios se ha movido en su corazón.

"Una noche, Arvind quiso compartir una conversación grabada que había tenido con unos amigos hindúes. En esa conversación, oí predicar el Evangelio con más claridad que en muchas de las iglesias a las que he asistido. Se estaba convirtiendo en evangelista sin ni siquiera saberlo. Este estudiante hindú no es seguidor de Cristo, y ya está siendo utilizado para compartir la verdad".

James cree firmemente que Arvind depositará su fe en Jesucristo algún día. Y mientras Arvind realiza su doctorado durante los próximos tres años, James espera tener la oportunidad de seguir caminando a su lado durante su viaje, algo que no siempre tiene la oportunidad de hacer con otros estudiantes de máster que sólo están uno o dos años.

"No se necesita mucho tiempo para cuidar de estos estudiantes. Unos minutos con ellos, y mi corazón se rompe al saber que no conocen al Señor. Tengo que luchar contra el impulso de tomar las cosas a mi propio ritmo y dejar que Dios haga su obra a su tiempo."

Pero en esta calurosa tarde de Arizona, el corazón de James se llena de esperanza al escuchar a su amigo hindú maravillarse de cómo Dios podía interesarse por algo tan nimio como darle la concentración que necesitaba para aprobar un examen de la universidad.

Los misioneros de Campus Ambassadors como James Flamm dedican sus vidas a invertir en estudiantes universitarios de todo el país. Tu apoyo les permite seguir entablando amistad con estudiantes internacionales como Arvind y compartir con ellos el amor y la verdad de Jesucristo.