"¡Oh, está lloviendo!" dice Patricia sonriendo mientras lleva a Fátima a la tienda. Fátima es su nueva amiga musulmana de Oriente Medio que está en Estados Unidos para estudiar. "Gracias, Jesús. Le pedí a Jesús que lloviera y Él respondió a mi oración".

Fátima se ríe. "¿Responde Jesús a todas tus oraciones?", pregunta.

"Depende. Jesús es mi Dios, así que creo que Él siempre sabe lo que es mejor para mí", explica.

"En el Islam, Jesús es un profeta. Es Isa en nuestro libro".

"Sé que también es el Mesías en el Corán. ¿Por qué crees que es así?"

Fátima admite que no está segura de por qué, y durante el resto del viaje en coche explica en qué cree. Como Patricia es una de las primeras cristianas que conoce, le hace muchas preguntas sobre el cristianismo. Patricia le explica encantada.

Un recurso para los internacionales

Patricia (cuyo nombre se ha cambiado para proteger su intimidad) es una misionera de Missions Door que trabaja con estudiantes internacionales de países de mayoría musulmana. En su comunidad, a menudo se la cita como un recurso que puede ayudar a estos estudiantes. La gente suele donarle mantas o utensilios de cocina, sabiendo que ella se asegurará de que vayan a parar a un estudiante o familia necesitados. Ella proporciona transporte, un lugar donde vivir y cenar, y compañía.

Patricia no imparte estudios bíblicos, pero es muy abierta sobre su fe, el Evangelio y quién es Jesús, el Hijo de Dios, en la Biblia. Los estudiantes suelen hacerle preguntas sobre el cristianismo y quedan impresionados por su sensibilidad hacia sus culturas y su profundo conocimiento del islam. Tras dos décadas ofreciéndose como recurso a estos estudiantes, se ha consolidado como una persona acogedora, cariñosa y de confianza en su comunidad.

Amor a los musulmanes

Patricia se hizo cristiana de niña. Su padre conoció a Cristo a través de un misionero, por lo que sus padres dieron mucha importancia a las misiones durante su infancia. Cuando tenía unos diez u once años, supo que quería ser misionera. De adulta, asistió a una prestigiosa universidad cristiana y estudió misiones transculturales.

No había ninguna zona del mundo que le interesara, así que prometió a Dios que iría donde Él la enviara. Cuando se enteró de que su amiga misionera había sido detenida y golpeada repetidamente en un país de Oriente Medio, cambió de opinión. "Iré a cualquier parte menos allí, Señor", le dijo. Pero quince años después, Dios obró en su corazón, y de repente anheló trabajar en ese mismo país. Lo hizo y le encantó.

Trabajar con estudiantes internacionales

Cuando Patricia regresó a Estados Unidos de su viaje misionero, vio que la comunidad musulmana de su zona estaba creciendo. Muchos musulmanes de distintos países asiáticos se estaban trasladando a su zona, ya fuera para ir a la escuela o por la guerra. Enseguida supo que quería trabajar con ellos.

Patricia empezó a trabajar con clubes para estudiantes internacionales en una universidad cercana. Tiene en cuenta su cultura cuando muchos clubes no lo hacen. Por ejemplo, muchos clubes de estudiantes internacionales celebran fiestas de pizza en las que sólo sirven pepperoni. Los musulmanes tienen prohibido comer cerdo y no pueden participar. Patricia es intencionalmente sensible a sus dietas, preferencias de vestimenta, terminología y cultura de culto sin comprometer la deidad de Cristo.

Explicar a Jesús

Patricia siempre aclara a los musulmanes que Jesús es Dios en el cristianismo. Los musulmanes sólo saben que Jesús nació de una virgen, hizo milagros y era el Mesías. Pero no saben por qué es el Mesías ni las profecías que predijeron su muerte. Si le preguntan, les hablará de su deidad y resurrección. Les enseña que los cristianos no son meros seguidores de Jesús, sino adoradores de Jesús.

Por desgracia, hay muchos cristianos en su zona que afirman la deidad pero no se lo dicen a los musulmanes para no ofenderlos. Pero Patricia ve que esto hace imposible que los musulmanes entiendan en qué creen los cristianos. Explica a los musulmanes que le preguntan que Jesús es el único Dios al que adora y que por eso puede pagar la pena por sus malas acciones. A menudo habla de la inerrancia y la preservación de las Escrituras porque muchos estudiantes le preguntan si la Biblia ha sido corrompida.

El tabú del cristianismo

La mayoría de sus conversaciones con musulmanes son individuales, en el coche o durante la cena. Se ha dado cuenta de que a muchos musulmanes les preocupa lo que otros musulmanes piensen de ellos. Puede que no quieran que sus amigos musulmanes sepan que le hacen preguntas a Patricia sobre el cristianismo. Delante de ellos, puede que no hagan preguntas o que incluso finjan indiferencia ante su fe. También es posible que se animen mutuamente a no hacer preguntas sobre religiones distintas del islam. Una vez, un musulmán se quedó con ella y le pidió que lo mantuviera en secreto para que no se enteraran los demás miembros de su comunidad.

Curiosamente, muchos musulmanes se sienten cómodos pidiendo a Patricia que rece por ellos. A menudo reza con ellos en el acto y les dice que no es su oración la que funciona, sino Jesús. Les pregunta si quieren rezar a Jesús con ella, pero a menudo dicen que no. Sin embargo, se dan cuenta de que muchas de las oraciones de Patricia son escuchadas, y por eso le piden que rece por ellos.

Servir pase lo que pase

El objetivo de Patricia en este momento es crear un servicio de iglesia en casa para los estudiantes que están interesados en el cristianismo. Su oración es crear un equipo para hacer esto de una manera que se puede replicar de forma segura si ese estudiante fuera a regresar a su país de origen.

Hace poco, trabajó con una mujer de Oriente Medio que estaba interesada en el cristianismo. La llevó a la iglesia a pesar de que el marido de la mujer se lo prohibía. Pero con el tiempo, el marido se interesó por Jesús. Asistieron a un estudio bíblico de ella y le preguntaron cómo podían convertirse en cristianos. Ella los guió a Cristo y los discipuló, lo que resultó crucial porque un misionero con ideas heréticas intentaba adoctrinarlos. Pero Patricia los protegió de sus falsas enseñanzas.

Puede atender a estudiantes de países de todo el continente asiático y, tanto si están interesados en su fe como si no, se pone a su disposición al 100% para atender sus necesidades. Si quieres apoyarla, puedes hacerlo aquí.